La propuesta de la célebre casa Fendi es para un invierno frío, en
el que reinan los trajes de piel, transformados en modernas capas,
algunas con plumas de colores o vestidos de materiales en los que se
mezclan tejidos, entre ellos cueros, pieles y lanas.
La mujer Fendi ideada por Lagerfeld, el renombrado estilista de
Chanel, lleva los puños de los abrigos decorados y es a la vez moderna y
sofisticada, emplea cinturones gruesos, medievales, para realzar una
cintura de avispa.
Los materiales son innovadores y alternan cachemira con cuero, rasos
originales, las pieles son irreconocibles, transformadas en tejidos
livianos, con cocodrilos opacos, anguilas brillantes, tiburones lacados.
Los accesorios resultan espectaculares, carteras grandes con colores
dispuestos en forma geométrica, medias largas con estampados de piel de
cocodrilo y botines con tacones altos.
Lagerfeld brilla en esta colección por ofrecer una propuesta
totalmente contemporánea, con una gama de colores oscuros que oscilan
del azul al negro, del verde a los colores tierra.
Las modelos parecen como si salieran del bosque, con trencitas largas y rostro de cazador en un cuento de hadas.
Max Mara optó por el estilo militar, andrógino, y ofrece desde el
clásico abrigo camel a la chaqueta amplia y larga de aviador de cuero y
piel. Los materiales son delicados y finos, como cachemira y mohair,
tradicionales protagonistas de la marca.
El paño verde caqui y los pantalones cortos permiten a la mujer
contemporánea moverse fácilmente en la metrópoli, con ropa cómoda, a
veces de tweed.
"Nos inspiramos en el modernismo de los años 20 del siglo XX,
actualizamos el armario de la mujer", explicó la directora creativa de
la marca, Laura Lusuardi.
El estilo Prada es completamente diferente. La casa italiana fundada
en 1913 y dirigida por Miuccia Prada juega con los rostros pálidos y
los largos cabellos dorados de mirada misteriosa, espectral.
La marcha fúnebre se transforma en una fiesta, en un himno a la
opulencia, a las piedras preciosas, cristales, perlas y brazaletes que
iluminan los trajes de corte simple y rigoroso. Las lentejuelas en el
dobladillo de los pantalones cortos, las incrustaciones metálicas
ennoblecen los cuellos y puños de abrigos con forma de túnica, sin
mangas, mientras los rombos anchos rodean las faldas.
Entre lo conceptual y lo exagerado, la nueva colección no diferencia
entre el traje de noche o aquel de día, aunque exige siempre zapatos de
tacón muy alto, con una suerte de cubierta de caucho.
Los grabados geométricos reinan, así como los colores psicodélicos:
violeta, rosado, anaranjado, amarillo, verde, blanco y negro.